Sinopsis: Hellena de Todas Partes es una novela de autor, íntima, que se va desnudando de a poco, junto con sus personajes, que nos desnuda con ellos, y que hunde la garra literaria allí donde los escritores de todos los tiempos han puesto su inspiración: el amor, la libertad, la muerte, la soledad, la derrota, la violencia, los tiempos modernos, la historia, el naufragio del hombre y de su civilización, en un constante cuestionamiento de las esencias de la vida. Hellena —una joven treintañera, europea, rica y huérfana— y Tassos —un poeta griego venido a menos, amputado y exiliado en una buhardilla de París— comienzan un vínculo epistolar cuyos derroteros se irán armando con el viaje de ella por los mares del continente africano, y el de él por las letras —viajes interiores además—, hasta reconocerse ambos en sus insondables contradicciones, en sus abismos. Se comparten las aventuras, pero también las soledades, los miedos, la confianza y el amor, en su sentido transfronterizo y único.
En el famoso Cabo de Buena Esperanza, extremo del mundo por donde los conquistadores dieron la vuelta buscando la isla de las especias y descubrieron un continente, Hellena dará a luz un hijo: Constantino, y tendrá un amigo niño soldado: Makar. Ambos sucesos y esta cuarteta de personajes —interrumpidos a veces por otros personajes secundarios y el memorable turco Jodoroy, capitán del barco— cambiarán el curso de la historia, mostrándonos que también el destino es parte de la vida y de la muerte.
El camino hacia el final, Grecia, estará lleno de grandes acontecimientos que retardarán el soñado encuentro entre los protagonistas en la tierra de las bellas musas, los mitos helénicos y la inspiración. El desenlace sorprenderá al lector no en el común juego del cierre impactante, sino en la constancia de que la vida es un acto de amor, efímero e infinito, imposible de prever. Moderna, Hellena de Todas Partes rescata de forma superior la novela epistolar para mostrarnos las hondísimas soledades que embargan a la mujer y al hombre del siglo XXI. La poesía será un artefacto de enunciación de esas soledades.