Sinopsis: Una gran guerra habita las cosas del poeta, ensayista y narrador Luis Benítez, su poesía, la nobleza como asunto de la imaginación. La guerra que habita este libro es el tiempo y la memoria, es la historia y el origen de esas cosas; el deber de la alegría, que es hacer poesía de lo trivial y lo sublime… Esa es la prebenda del poeta que el lector tiene ante sus ojos, y que ha de leerse con el pecho abierto, sin ideas preconcebidas, con la convicción del poder de la poesía para la reconstrucción del universo, su interpretación y entendimiento espiritual. Dice el poeta: “la nuestra es una conspiración sintáctica / y quien reordena las palabras, / está ordenando el mundo”. Benítez domina y controla las palabras: “Un martillo de palabras para dejar al mundo / Con las cuencas vacías”. La palabra como “Un puñetazo en el sexo de la muchacha arrodillada, / Idiota, paciente humanidad, que no ve, que no oye / Solo conversa con las cenizas de sus dioses muertos”. La palabra, dice, hace la alquimia. Este libro es un Nuevo Mundo, un camino intransitado por los laberintos del hombre, de nuestra civilización, del pasado y la eternidad; porque este libro es, desde su concepción y esencia, una antología de la mejor poética de Benítez en una esquela de cuarenta años de recomponer los fiordos, desde las pequeñas cosas hasta el cosmos infinito e inarticulado. Y como el propio autor versará, “leer poesía es otra forma de la telepatía”; es el inestimable vínculo con los otros.